Hola
La entrada de hoy, como bien dice el título, va sobre la identidad digital y la reputación social. Pero, ¿qué es la identidad digital? diciéndolo de una manera sencilla, es la información que hay en la red de internet sobre nosotrxs, o lo que somos para otras personas desde este punto de vista. Esta identidad se forma a partir de tres fuentes:
- En primer lugar, lo que publico yo sobre mi, por ejemplo en Facebook, Instagram, Twitter, etc
- En segundo lugar, la información que comparto.
- Y en tercer lugar, lo que otros publican sobre mi, ya sabéis, esas fotos en la que nos etiquetan nuestrxs amigxs o familiares.
Los formatos que pueden formar nuestra identidad son: imágenes, textos, noticias, mensajes instantáneos, etc.
Algo que me hizo reflexionar o por lo menos, se quedó grabado en mi cabeza, es que por más que no queramos formar parte del mundo de internet, es casi imposible. de alguna manera u otra todxs estamos dentro, ya sea por nosotrxs mismxs o por las personas de nuestro entorno. La mayoría de teléfonos móviles son inteligentes, y para sacarles partido lo primero que debes hacer es crearte un correo electrónico y para la mayoría de aplicaciones debes registrarte, en los colegios cada vez utilizan más la entrega de recursos mediante internet, con las redes sociales si no quieres tener Facebook tú, ya lo tiene la mayoría de personas que conoces y acabarán subiendo una foto en la que estés tú.
Durante la clase, vimos cuatro vídeos que guardan relación con el tema.
- El primero de ellos se llama El secreto de hackers y adivinos!
En este vídeo vemos la cantidad de información que compartimos a diario las personas por las redes sociales o cualquier lugar que guarde relación con internet. Además podemos ver que la gente que consigue saber cosas sobre nosotros puede tener diferentes intenciones a la hora de conseguir esta información, ya sea para perjudicarnos o no. Como muestra de ello, el profesor seleccionó a dos personas al azar de nuestra clase y sin decir el nombre de la persona describía cosas sobre ellas. Pienso que la finalidad de esto, a parte de hacernos reflexionar sobre la información que compartimos, era acercarnos más a estas situaciones y ver que a cualquier persona nos puede pasar esto, que es real y que por tanto, no olvidemos que nunca sabemos ni controlamos quién está detrás de un dispositivo móvil u ordenador.
- El segundo vídeo se llama Antes de colgar tu imagen en la web... piénsalo.
Una cosa que me impacta de este vídeo, a parte de ver lo que le ocurre a la chica, es el comentario de ''en internet tu imagen no es tuya, es de todos'', porque realmente es así. El ejemplo de la protagonista también me lleva a pensar en la educación sobre el uso de internet que hemos recibido, creo que es necesario intervenir desde la escuela y concienciar al alumnado sobre las cosas que pueden pasar, con qué aspectos tener cuidado y además, trasmitirlo a las familias ya que no podemos controlar que a un niño o niña de 8 años le den como regalo un teléfono móvil, una tablet, etc, el día de su cumpleaños.
- El tercer vídeo se llama El riesgo de subir tus fotos a internet.
También guarda relación con la frase que mencioné en el segundo vídeo ''en internet tu imagen no es tuya, es de todos'', porque como vemos en el vídeo, cuando se está detrás de una pantalla se deja de lado el respeto por las personas y se hacen o dicen cosas que en el cara a cara no se atreverían a hacer. En este caso, se ha utilizado la fotografía de un niño y se ha empleado su rostro para hacer montajes que dan pie a la burla y todo esto, seguramente sin pedir el consentimiento. Una de las cosas de doble filo que tiene internet es la globalización. Esto nos ha servido de panera positiva en muchas ocasiones pero como vemos en esta situación, también de manera negativa.
Por otra parte, es un claro ejemplo de lo que ya había mencionado antes y es que, esta foto pudo ser compartida por el mismo niño, nunca se sabe, aunque a mi me parece ha sido compartida en internet por una fuente ajena y por tanto, a veces aunque no queramos tener una identidad digital, otrxs nos la crean.
Tras ver los vídeos y comentarlos en clase el profesor nos animo a hacer algo que seguro que en algún momento de nuestra vida hemos hecho y es el Egosurfing o Googlearse. Si no saben que es, es tan sencillo como buscar información de tí mismo mediante un navegador, por ejemplo Google. La primera vez que lo hice fue en el instituto y para mi sorpresa, encontré fotos mías que me llevaron a un blog hecho por una amiga. Las fotos eran antiguas y ni si quiera recordaba haberlas hecho.
Este día también volví a googlearme y la verdad, no encontré mucho por no decir nada. También debo decir que, cuando estaba haciendo el ciclo de Integración Social, ya nos advirtieron sobre este tema y del peso que tienen las redes sociales hoy en día en la decisión de si una empresa te contrata o no para trabajar. Así que reflexioné sobre ello y decidí fijarme en mis cuentas. Sinceramente no tenía fotos para llevarse las manos a la cabeza, pero cuando cree mis cuentas tenía 14 años y la verdad es que no me apetecía una empresa de trabajo, conociera mi desarrollo evolutivo hasta los 22 años, además, también empecé a pensar en las personas que podrían mirar mi perfil sin buenas intenciones, básicamente, me asusté.
- Y para terminar la clase y esta entrada, vimos el cuarto vídeo Disconnect to connect.
Es un anuncio publicitario que nos muestra las cosas que pasan en nuestra vida real, en el aquí y ahora, y que nos perdemos al estar siempre con un teléfono móvil en la mano. Debo decirles que me siento muy identificada con este anuncio, durante mis primeros años con mi primer móvil (16-18 años) siempre estaba enganchada al Whatsapp, Tuenti, Facebook, hasta que no sé qué pasó en mi cabeza y me dí cuenta, que había muchas cosas que me perdía por estar mirando una pantalla, hablando con mis amigos y amigas que los veía a diario en el instituto y que, el lugar de reunirme con ellxs interactuabamos así. Además me perdía cosas estando con mi familia o incluso con mis amigxs cuando los veía. Por suerte para mi eso ha cambiado a tal punto, que a veces no sé ni donde dejo el móvil, que cuándo estoy con las personas que quiero miro el móvil para lo justo. En fin, me gusta pensar que tengo suerte de no sentir una necesidad de tener en mi mano el móvil porque al fin y al cabo es sólo un aparato.
¡Hasta pronto!
Efectivamente, cuando se está con otras personas, hay que dejar el móvil de lado, como bien dices, es sólo un aparato!
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